Hoy dia escuchamos hablar del Estado por doquier, medios, libros, revistas, que hasta incuso “culpan” al Estado, por esto y aquello, pero ¿realmente conocemos a que nos referimos cuando utilizamos ese término?.

 

En la Teoría Constitucional el Estado es, primero, una especie de la sociedad, y este, un género. Es decir, es una derivación de esta.

 

Podemos definir al estado en varios sentidos: en un Sentido Amplio podemos definirlo como un conglomerado social, política y jurídicamente, asentado en un determinado territorio, sometido a un poder soberano. O, en otras palabras, es una sociedad político-juridicamente organizada; en un sentido restringido diríamos que el Estado son los órganos que ejercen el Poder Público, es decir, los gobernantes; y por último, en un sentido mas restringido diríamos que Estado se asimila al poder central que organiza al gobierno. Para poder hablar del Estado, lo asociaremos al sentido amplio del término, que es el más apropiado para su estudio en Teoria Constitucional.

 

También hacemos otra división, entre los dos sentidos que se le dan lacto sensu al Estado; el primero, es el Estado como estructura social, que corresponde a la Sociología, mientras que el Estado, como estructura de poder corresponde a nuestra materia.

 

Durante la formación y maduración de este concepto surgieron muchas definiciones que nos enseñan las distintas concepciones que se han tenido del Estado, reflejando la relación que este tiene con la sociedad, considerándolo como un fenómeno sociológico multicasual

 

 

El término Estado, para Prelot, surge cuando existen hombres que gobiernan y hombres que obedecen, ya sea por imposición (fuerza) o por convicción; para Dugit el Estado surge cuando hay una diferenciación política entre gobernantes y gobernados; Hairou por su parte, plantea que el Estado surge de un “conjunto de la población, de civilización ya avanzada, donde el poder político separado de todo elemento extraño, especialmente de toda patrimonialidad, toma el aspecto de autoridad soberana que se ejerce sobre hombres libres”; creemos que el planteamiento más acertado sería el de Hairou, porque, el sentido que Dugit y Prelot le otorgan al origen del Estado se presta para justificar el absolutismo.